REFLEXIÓN ASISTENCIA

 El día 26 de junio el profesor nos invitó a hacer una reflexión sobre la asistencia a clase. Esta entrada del portafolio quiero que sea simplemente eso, una opinión personal y una reflexión acerca de este tema sin basarme en documentos oficiales ni estudios.

En mi opinión la asistencia a clase en la universidad no debería de ser obligatoria pues se supone que estamos estudiando una carrera que nos gusta y que nos estamos formando al completo y lo mejor que podemos para poder desempeñar de forma correcta nuestra profesión, por lo que el asistir o no a clase es decisión y responsabilidad del alumnado.

A mi parecer si los alumnos no acuden a clase es porque dudan de la utilidad de las mismas o se han dado cuenta de que no aprenden más de lo que hay en los apuntes yendo a clase. Esto recae sobre el profesorado, pues si los alumnos no acuden a clase algo estará haciendo mal y deberá replantear y darles otro enfoque a las clases para satisfacer las necesidades de los alumnos y darles respuesta.

Me gustaría, por último, centrarme en lo ocurrido en la clase del 26 de junio. Por lo que me comentó una compañera que si que fue, únicamente había en clase 12 personas de las cuales la mitad eran lo que realizaban la exposición ese día. Creo que, durante el curso la mayoría de alumnos han ido a las clases de educación plástica, así que desde mi punto de vista ha sido un hecho puntual debido a las fechas en las que estamos, semana antes de los exámenes globales, y no cuestión de que las clases sean inservibles porque son muy dinámicas y llevaderas y aprendemos contenidos para posteriormente aplicar en las clases prácticas a la que la mayoría de alumnos también acuden.

Creo que no está bien planteado el que la semana antes de exámenes, que hay agobio y necesitamos estar centrados en estudiar, se sigan dando clases que realmente son de repaso y no se da temario a mayores que nos quita tiempo para organizarnos los alumnos como queramos para preparar estos exámenes. Además, es una faena que gente tenga que presentar la ultima semana antes de exámenes “perdiendo” tiempo en ello pudiéndolo invertir en prepararse para lo que llega.